Título: La casa de Riverton
Autor/a: Kate Morton
Año de publicación: 2006
Sinopsis: Verano de 1924. Durante una rutilante fiesta de la alta sociedad en Riverton Manor, un joven y prometedor poeta se quita la vida.
Invierno de 1999. Grace Bradley, una anciana de noventa y ocho años que otrora fuera doncella en la mansión Riverton, recibe la visita de una joven directora de cine que está rodando una película sobre aquel suicidio. Esa visita convoca los recuerdos que durante décadas Grace había relegado a lo más profundo de su mente, incapaz de enfrentarse a ellos.
Opinión: Este libro cuenta la historia de lo ocurrido durante los años en los que Grace, la narradora de los hechos y protagonista, trabajó para los propietarios de la mansión Riverton. La novela me ha gustado por la forma en la que está escrita y narra la historia. Es original cómo va saltando del presente al pasado desde el pensamiento y los recuerdos de Grace, que en la actualidad es una anciana de más de noventa años. El desencadenante de dichos recuerdos es la recepción de una carta de una directora de cine en la que cuenta que está rodando una película sobre lo ocurrido en la mansión Riverton la noche de la muerte del poeta. También, pide ayuda a Grace para que la decoración de los escenarios sea lo más fidedigna posible a la realidad y espera contar con su opinión. Toda la historia tiene un halo triste por la época en la que se encuentra y porque al estar ubicada en Gran Bretaña imagino la mayoría de paisajes neblinosos o con lluvia, indicando que va a suceder algo malo.
Los personajes me parecen muy realistas. Cada uno de ellos con una personalidad muy diferente y que representa las diferentes formas de ver el mundo que había en la época. Una criada sumisa, una señorita de la alta sociedad con ideas progresistas, otra que disfruta de su modo de vida, un poeta traumatizado por la guerra, un hombre de negocios...
El final me ha sorprendido, porque a lo largo de la historia he cambiado de opinión varias veces sobre qué iba a ocurrir y finalmente no tenía ni idea. Cierra todos las tramas y deja un gusto amargo por el pasado pero un sabor dulce por lo bien que se ha desarrollado el presente.