Título: Niebla en Tánger
Finalista Premio Planeta 2017
Autora: Cristina López Barrios
Año de publicación: 2017
Año de publicación: 2017
Imagen tomada de planetadelibros.com
Sinopsis: El 24 de diciembre de 1951 Paul Dingle desapareció en el puerto de Tánger sin que se llegara a saber qué fue de él. Sesenta y cuatro años después, Flora Gascón sospecha que es el mismo hombre con el que ha tenido una aventura en Madrid y del que se ha enamorado. El nexo entre ellos: Niebla en Tánger, la novela que Paul tenía sobre su mesilla de noche.
Flora viajará hasta esta ciudad mágica y llena de secretos en busca de la autora de la novela, la única que puede decirle quién es en verdad su amante y cómo encontrarlo. Pronto se da cuenta de que es ella misma quien debe escribir el final de la historia, pues en esa aventura también está en juego su identidad; es un viaje al fondo de sí misma.
Opinión: No ha sido el mejor libro que he leído este año porque no he acabado de conectar con la historia y su protagonista. La sinopsis anticipa los hechos de forma un poco enrevesada, y voy a ir comentando la novela según me ha parecido. El principio me gustó: Flora pasa una noche con un amante en Madrid que se llama Paul y que está leyendo Niebla en Tánger, después intenta quedar de nuevo con él pero "desaparece". En este momento Flora se compra el mismo libro que estaba leyendo él y se obsesiona hasta el punto de que viaja a Tánger para encontrar a "su" Paul y descubrir en persona todo lo que cuenta la novela: la realidad y las partes inventadas.
Me gusta que haya una novela dentro de otra, de forma que estás leyendo como si fueran dos libros a la vez y conociendo dos historias, que finalmente se acaban uniendo. Cuando empiezan a intercalarse capítulos de la novela con aquellos que cuentan lo que le ocurre a Flora en la actualidad, no le veía sentido al porqué estaban ahí y qué era lo que aportaban. Hasta que finalmente las piezas van encajando, cuando Paul aparece en la novela y se ven las primeras posibles conexiones con la realidad.
Flora Gascón me parece una mujer obsesionada al principio con Paul, después con el libro y finalmente con su autora, a la que consigue conocer en Tánger. Por todo esto, se me hace repetitiva la historia porque Flora casi siempre está pensando o hablando sobre estos temas para relacionarlos y convencer a los demás de lo que ella piensa. Desde mi punto de vista, tiene algunos momentos (pero no voy a decir cuáles ya que sería spoiler) en los que carece por completo de sentido común, lo que hace que no me acabe de creer a este personaje. Sin embargo, el personaje de Deidé, una psicóloga argentina, me encanta por su naturalidad y su manera de hablar. Los personajes de la novela Niebla en Tánger dentro de la novela me parecen más creíbles y me gustan más.
Respecto al final, me gusta cómo la autora cuenta su conexión real en toda la historia que se narra en la novela y cómo las piezas encajan. Aunque con todo lo que ha hecho Flora, esperaba que algunas cosas ocurrieran de manera distinta.
En resumen, ha habido partes que se me han hecho amenas de leer pero ha habido otras que me han parecido aburridas debido a su gran repetición y a que los argumentos parecían girar en bucle sobre sí mismos. Sin embargo, escribiendo estas líneas me he dado cuenta de la complejidad de idear una novela con tantos niveles y saber conectarlos y entrecruzarlos.
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